En medio de los verdes paisajes de nuestra región, se alza un fenómeno poderoso y transformador que merece ser celebrado: el liderazgo femenino. Es un hecho innegable que las mujeres han conquistado su lugar en la política, demostrando una valentía y una visión única que enriquecen y transforman los territorios.
No puedo evitar sentirme orgullosa y emocionada al formar parte de este movimiento de empoderamiento. Observo cómo las mujeres de nuestra región han superado obstáculos y desafíos, rompiendo barreras con una determinación que inspira a todos. Son líderes que entienden la importancia de la empatía, la colaboración y la inclusión en la política, características esenciales para fortalecer la democracia.
Pero este artículo no es simplemente un elogio a las mujeres que lideran, sino también una reflexión sobre mi propio papel en este proceso. Como candidata a la Alcaldía de Bojacá, me veo como una protagonista en este viaje de transformación. Mi compromiso es claro: trabajar incansablemente para representar los intereses y las voces de todos los ciudadanos, construyendo un camino hacia un municipio más próspero y de oportunidades para todos.
Es importante reconocer que el liderazgo no se trata de género, sino de cualidades y valores. Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que las mujeres han tenido que luchar más para ganar su lugar en la política y en otros ámbitos. Por eso, cada paso que damos hacia adelante es un logro compartido, una victoria colectiva que nos acerca a una sociedad más justa y equitativa.
En este proceso electoral, no solo pido su apoyo, sino también su complicidad en esta lucha por un Bojacá mejor. A través del liderazgo femenino, podemos construir puentes, derribar muros y lograr cambios significativos. Mi compromiso con la transparencia, la participación ciudadana y la búsqueda constante de soluciones reales es lo que me impulsa a dar lo mejor de mí en esta carrera hacia la Alcaldía.
Contigo Siempre Bojacá.