Desde el año anterior la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca- CAR, ha venido advirtiendo a la comunidad en general sobre la disminución de las precipitaciones en la jurisdicción, situación que se refleja en los niveles de las fuentes hídricas y las reservas de agua de los embalses.
En la primera temporada de lluvias de este año, entre abril y mayo, las precipitaciones fueron deficitarias de manera generalizada en el territorio. En abril, el acumulado de las lluvias alcanzó solo el 35%, es decir, un déficit del 65%, y en mayo el acumulado fue del 37%, es decir, un déficit del 63%; razón por la cual, no se logró estabilizar el volumen de los embalses teniendo en cuenta que esta es la época propicia para su recuperación.
Entre junio y lo que va corrido de agosto, aunque en el límite oriental y nororiental de la jurisdicción (cuenca alta de los ríos Bogotá, Macheta, Teusacá y Tunjuelo) las lluvias han estado entre normales y ligeramente deficitarias, estas permitieron recuperar los embalses de Tominé y Sisga, aunque no lo esperado. Cabe anotar que el embalse del Neusa afronta un periodo seco que ha sido normal y se espera que se extienda hasta mediados de septiembre.
La falta de lluvias se ve reflejada en el volumen bajo de los sistemas regulados, que a la fecha se encuentran así: Neusa con 54 mm3, es decir, 46% del volumen útil; Sisga con 50 mm3, es decir, 55% del volumen útil; y Tominé con 235 mm3, es decir, 38% del volumen útil. Los tres embalses que conforman el Agregado Norte, se encuentran en el 50% de su capacidad total, sin embargo a pesar de estar bajos para la época, la CAR emite un parte de tranquilidad porque hasta el momento no existe riesgo de desabastecimiento para el territorio.
En el embalse del Neusa se ve actualmente el mayor impacto de los estragos generados por las bajas precipitaciones, situación que ha preocupado a la comunidad de la zona; sin embargo, desde la CAR se aclara que el sistema no presenta ningún daño y su estado obedece a las condiciones explicadas anteriormente. Adicionalmente, entre octubre y noviembre, se presenta la segunda temporada lluviosa sobre la sabana de Bogotá, con lo que se espera su recuperación.
Igualmente, se destaca que el embalse El Hato, ubicado en la cuenca del río Ubaté (Sistema Lagunar Fúquene, Cucunubá y Palacio) presenta mejores condiciones, ya que a la fecha cuenta con ocho millones de metros cúbicos (mm3) y se mantiene en el 60% de su capacidad total.
Para septiembre se espera la reactivación de las lluvias, especialmente en las zonas central y occidental (cuenca baja Río Bogotá, Negro, Sumapaz, vertiente oriental del río Magdalena, Sabana de Bogotá y los valles de Ubaté y Chiquinquirá). En el caso de la zona oriental (cuenca alta de los ríos: Bogotá, Garagoa, Tunjuelo y Teusacá) es posible que se registren precipitaciones, pero no con la misma magnitud que en el resto de la jurisdicción CAR. No obstante, de acuerdo con predicciones del IDEAM, se esperan lluvias entre normales y por encima de lo normal, lo que permitirá recuperar, en parte, el recurso hídrico de los embalses.
Pese a que no hay riesgo de desabastecimiento, la CAR reitera el llamado a la comunidad para mantener hábitos de ahorro y uso eficiente del recurso hídrico, inclusive durante la temporada de lluvias.