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Alcalde de Choachí, Cundinamarca acusado de arrollar y matar una mascota con su camioneta.

La denunciante manifiesta que sacó un momento a su perrito Ted a la calle y que justo en ese momento el alcalde pasó en su camioneta y lo arrolló pese a que ella le gritó que se detuviera.

Esta es la queja de la propietaria de Ted enviada a este medio periodístico, la cual tambien publicó en las redes sociales.

“El Alcalde Mato a mi Perro Ted:
Como era habitual anoche sobre las 9 p.m. saqué a la esquina de mi casa a mi perrito Ted a que hiciera sus necesidades, siempre lo sacaba con correa para los paseos pero como era solo en la esquina no se lo puse, igual es un sector poco transitado y urbano donde un vehículo no puede transitar a más de 30 kilómetros por hora, en ese momento pasó una camioneta blanca y aunque le grite que se detuviera no me escucho y atropellando a mi perrito causándole la muerte. Este vehículo lo manejaba el Señor Carlos Velásquez el Alcalde del municipio de Choachí; en el momento del accidente yo quedé devastada y los vecinos salieron a confortarme, el Señor Carlos Velásquez se baja de su vehículo y lejos de tener una actitud de arrepentimiento, de empatía ante mi dolor, busco justificarse siendo soez y argumentando su acto con desprecio a lo sucedido; una vecina le decía que porque no se había detenido y ellos dos empezaron una leve confrontación mientras otra vecina me tenía a mi abrazada en medio de mi llanto inconsolable.
Las palabras del Señor Carlos fueron: «Ahorita envió un carro para que lo recojan y lo entierren y mañana la espero en el despacho para arreglar»; ante eso yo no podía hablar y la vecina le decía: «Es que usted no entiende que él no es solo un perro, para usted puede que lo sea pero para ella era algo más un miembro de su familia y el Señor Carlos responde: «AGRADEZCA QUE NO ERA UNA PERSONA…», O sea yo debía agradecer que el señor Carlos no atropello a una persona o a mí, sino a mi perrito, Yo debía agradecer!. Este señor, si le queda ese título, es una persona inhumana, egocéntrica que en cuestión de segundos me arrebató a mi amado Ted, que como muchos saben era mi adoración y mi compañía.



La situación genera impotencia, un dolor inigualable, frustración y más al ver que una persona así es la que nos representa. Yo no soy de temas políticos, ni trabajo en el municipio, vivo en Choachí porque aquí nací y es mi pueblo que tanto quiero, pero este tipo de actos genera bastantes conflictos emocionales en mi vida.
Intente radicar un derecho de petición el día de hoy (30 septiembre) mencionando los costos desde que Ted estuvo en mi vida hasta el día que él me lo quito, aunque no lo pude radicar ya que el horario de los viernes es hasta las 2pm, el día lunes estaré radicando y esperaré respuesta, pero esto no quita el gran dolor que siento y el costo emocional que esto representa en este momento de mi vida.
Mi perrito tenía 165 días de vida y yo tenía de él 386 fotos, el doble de fotos por día de vida y eso era porque para mí, cada acto que el hacía generaba una emoción en mi día a día”.