Las afectaciones a la fauna silvestre en cautiverio están relacionadas con el cambio en las condiciones de vida, lo que se refleja en el comportamiento del animal debido al encierro, repercutiendo en altos grados de improntación, es decir, adquieren hábitos que no son característicos de su especie, lo que a su vez les ocasiona un estrés que incluso puede inducir al automutilamiento; además, pierden la posibilidad de consumir el alimento adecuado que les permitirá su desarrollo.
Adicionalmente, los animales que son extraídos de su hábitat pierden la posibilidad de reproducirse, limitando la biodiversidad y haciendo que se pierda la variabilidad genética, lo cual termina por afectar las diversas especies presentes en el territorio, haciendo que alcancen algún grado de amenaza.
La CAR Cundinamarca viene trabajando en diversas campañas para concienciar a la población sobre estas graves consecuencias de sacar a un animal de su entorno natural. La Corporación ha realizado este año la liberación de noventa y dos (92) individuos de fauna silvestre, que han sido rescatados tras haber salido de su hábitat, en la mayoría de los casos para para ser utilizados como mascota, pasando por el primer eslabón que es su comercialización, para luego terminar en manos de humanos que no les brindarán las condiciones adecuadas características de su entorno. Entre los ejemplares liberados en el transcurso del año, se registran 28 mamíferos, 51 aves y 13 reptiles, especies más susceptibles al flagelo del cautiverio. Uno de los casos más dolorosos que registró la Corporación, fue el de un mono que fue rescatado en el municipio de Villeta, el cual fue encontrado en el patio de una vivienda amarrado a un árbol, donde permaneció por más de 20 años, lo que le causó consecuencias tan graves de improntación, que no fue posible el retorno a su hábitat natural.
Ante estas graves afectaciones, para un ciudadano las consecuencias por tener un ejemplar de fauna silvestre en cautiverio pueden ser de tipo penal, de acuerdo con lo establecido en el Código Penal Colombiano, en el cual menciona que “el que con incumplimiento de la normatividad existente se apropie, introduzca, explote, transporte, mantenga, trafique, comercie, explore, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos, biológicos o genéticas de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento ocho (108) meses y multa hasta de treinta y cinco mil (35.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”. Igualmente, la pena se aumentará de una tercera parte a la mitad, cuando las especies estén categorizadas como amenazadas, en riesgo de extinción o de carácter migratorio, raras o endémicas del territorio colombiano.
Asimismo, la tenencia ilegal de fauna silvestre en cautiverio puede generar una sanción de tipo administrativo, en la cual la Corporación inicia un procedimiento de tipo sancionatorio.
Por todo lo anterior, la CAR Cundinamarca es insistente en el llamado a no sacar animales silvestres de su hábitat y a no apoyar su comercialización.