El uso irresponsable de pólvora sigue cobrando víctimas en Cundinamarca. En lo corrido de diciembre de 2025, 29 personas han resultado lesionadas, entre ellas nueve menores de edad, según el más reciente informe preliminar de las autoridades.
Los hechos más preocupantes se registraron en Fusagasugá, donde varias personas, desde un vehículo particular, lanzaron artefactos pirotécnicos en vías céntricas, poniendo en riesgo a peatones y conductores. Incluso, algunos de estos elementos fueron arrojados contra la estación de bomberos del municipio, una acción que pudo haber desencadenado un incendio o una emergencia de mayores proporciones.
Las chispas generadas por la pólvora representaron un peligro real tanto para la infraestructura como para la integridad de las personas que se encontraban en el sector. Las autoridades reiteraron que en Fusagasugá no existe decreto que autorice el uso de pólvora, por lo que cualquier manipulación de estos elementos es ilegal.
19 municipios afectados y un aumento del 38 %
De acuerdo con el Informe Preliminar No. 005, entre el 1 y el 18 de diciembre se han reportado personas lesionadas en 19 municipios del departamento, lo que refleja una problemática extendida durante la temporada decembrina.
El balance indica:
- 29 personas lesionadas
- 9 menores de edad (2 niñas y 7 niños)
- 20 adultos
- 21 hombres y 8 mujeres
Los municipios con mayor número de afectados son Soacha y Facatativá, con cuatro personas lesionadas cada uno.
Además, las cifras evidencian un incremento del 38 % frente al año anterior, cuando se registraron 21 casos, lo que mantiene en alerta a las autoridades y organismos de emergencia.
Llamado urgente a prevenir una tragedia
Ante este panorama, se solicitó a las autoridades competentes adelantar las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables y adoptar medidas que eviten nuevos hechos que pongan en riesgo la vida de la ciudadanía.
Finalmente, se reiteró el llamado a la comunidad para no manipular pólvora, proteger especialmente a niños, niñas y adolescentes, respetar la normatividad vigente y reportar cualquier situación que represente un riesgo para la seguridad y la convivencia durante las festividades.
