Al menos cinco mascotas habrían sido víctimas de envenenamiento en las últimas semanas, cuatro de ellas murieron y una logró sobrevivir.
La tranquilidad de la vereda Mansilla, en zona rural de Facatativá, se ha visto alterada por una situación que tiene en alerta a sus habitantes: varios perros han muerto tras ser envenenados de manera intencional.
De acuerdo con los testimonios de la comunidad, en las últimas semanas se registraron al menos cinco casos. Cuatro de los animales fallecieron y solo uno consiguió sobrevivir gracias a la rápida atención de un médico veterinario.
Los vecinos aseguran que, pese a haber reportado la situación a las autoridades, hasta el momento no se conocen avances en las investigaciones. La falta de respuestas ha generado indignación entre los propietarios, quienes recuerdan que la legislación colombiana reconoce a los animales como seres sintientes y contempla sanciones para quienes incurran en actos de maltrato o crueldad.
“El miedo es constante, cualquiera de nuestras mascotas podría ser la próxima víctima”, expresó un habitante del sector, reflejando la preocupación colectiva.
La comunidad insiste en que se tomen medidas urgentes para frenar esta problemática y garantizar la protección de los animales de la zona.
