La angustia embarga a la familia de Jenny Jazmín Gómez Garzón, una mujer de 39 años de edad, tras su misteriosa desaparición el pasado martes 27 de febrero. Antes de partir desde la inspección del Vino del municipio de la Vega, Cundinamarca, hacia un destino desconocido.
Aunque vivía aparentemente una vida normal en el centro poblado del Vino con dos de sus hijos, la situación emocional de Jenny habría deteriorado en los últimos días, llevándola a tomar esta dramática decisión. Su familia, desconcertada por su accionar, inició una frenética búsqueda y alertó a las autoridades locales.
Tras un rastreo de su desplazamiento a través de su teléfono celular, se estableció que Jenny estuvo en Guaduas, Cundinamarca, posteriormente en Honda, Tolima, y finalmente se perdió su rastro en la ciudad de Armenia, Quindío, el pasado 29 de febrero, coincidiendo con el agotamiento de la carga de su teléfono celular.
A pesar de los esfuerzos de su esposo, quien ha recorrido incansablemente el eje cafetero e Ibagué en busca de alguna pista sobre su paradero, aún no se ha obtenido ninguna noticia de Jenny. Las autoridades continúan trabajando en su búsqueda, mientras la familia hace un ferviente llamado a cualquier persona que pueda tener información sobre su paradero, pidiendo que se comunique al contacto 321 260 24 00.
En medio de esta incertidumbre, varios medios de comunicación regionales han unido esfuerzos para difundir el caso y ampliar el radio de búsqueda, con la esperanza de que Jenny pueda ser encontrada pronto y regrese a su hogar. Mientras tanto, sus seres queridos, especialmente sus hijos y su madre, le envían un emotivo mensaje: «Jenny, regresa a casa. Tus hijos y tus familiares te esperan. Todo en la vida tiene una solución. Piensa en el gran dolor que ha generado tu ausencia. Dios es grande, regresa pronto».